Ponemos la sal en un recipiente y añadimos los colorantes, poco a poco, hasta dar con el tono deseado. Después incorporamos las esencias, mezclamos bien e impregnamos sobre todas las sales. Dejar unos minutos que la mezcla coja el aroma y comprobar el olor es el adeucado a nuestros gustos.
También podemos escoger aceites esenciales de aromaterapia para perfumar las sales. Con esta opción conseguiremos, no sólo sales relajantes, sino terapéuticas para nuestro cuerpo dependiendo de los aromas elegidos.
Evitar en todo momento empapar la sales, deben estar secas antes de envasarlas. A la hora de ponerlas en un recipiene, escogeremos frascos de vidrio vistosos que nos sirvan para conservar las sales y, a su vez, decoren el cuarto de baño. Podemos usar bolsas de celofán.
También podemos conseguir sales esfervescentes ínicamente añadiendo a la base una parte de bicarbonato y otra de ácido cítrico previamente mezcladas.
Recuerda que la sal marina es la mejor para hacer sales de baño por sus propiedades medicinales. Puedes añadir pétalos de flores y otros elementos vegetales aromáticos que casen bien con esencia de las sales. Y no olvides tener cuidado con los aceites y perfumes, porque si son muy puros pueden resultar irritantes para la piel.
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