A penas quedan dos meses para que entre el vigor el ultimátum establecido por ley a propuesta del Ministerio del Interior que dará de baja a todos aquellos clientes de telefonía móvil de tarjeta de prepago que no se hayan identificado con su DNI antes del 8 de noviembre.
Y aunque el ritmo de clientes que acuden a los establecimientos de venta de móviles para identificarse avanza a buen ritmo, todavía quedan bastantes personas por identificarse, las cuales perderan su línea. Los colectivos más vulnerables son los ancianos, los extranjeros no residentes los 1,5 millones de tarjeras instaladas en todo tipo de máquinas(contadores de agua y luz, controles m¡remotos, máquinas de vending...)
Las estimaciones de la industria apuntan a que al final quedarán sin registrar entre 1,5 y 3 millones de líneas.
La pérdida de línea puede suponer un importante trastorno para los clientes. Aunque, evidentemente, pueden comprar otra tarjetra prepago, es imposible recuperar el antigüo número, porque las líneas dadas de baja entran en un limbo informático, que dura unos meses hasta que vuelven a ser reutilizadas por la operadora, pero sin ninguna posibilidad de ser recuprada por su antigö usuario.
El problema con los ancianos que muchos de ellos no saben leer los mensajes SMS que les están enviando las operadoras(unos tres millones). La única solución es llamarlos uno por uno y este es proceso muy lento y mucho más caro. Con los extanjeros existe el mismo problema, porque hay muchos de ellos que el móvil sólo lo tienen operativos las temporadas que pasan en España.
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