Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer iraní acusada de adulterio y de ser cómplice en el asesinato de su marido, podría ser ejecutada mañana, según informa el Comité Internacional contra la lapidación.
En una nota de prensa eta organización asegura que las autoridades de Teherán ya ha comunicado a la prisión donde se encuentra encerrada que mañana, 3 de noviembre, se procederá a la ejecución de Sakineh mediante lapidación.
Al parecer, según informa el Comité, el tribunal ya ha concluido la investigación del caso y "de acuerdo con las vigentes pruebas, su culpabilidad ha sido confirmada", por lo que Teherán ya está preparado para su ejecución en las próximas horas.
Desde el pasado 27 de septiembre, cuando tras las presiones internacionales, el régimen iraní conmutó la pena a ser lapidada por la de ser ahorcada, aunque después rectificó, poco se sabía sobre la suerte de esta mujer de 43 años, madre de dos hijos, a la que se acusó de haber mantenido relaciones con otros hombres durante su matrimonio y haber participado en la muerte de su marido.
El Código Penal de Irán señala que el adulterio es un crimen "contra Dios" y prevé como castigo 100 latigazos para los hombres y mujeres que no han contraído matrimonio, y la lapidación para quienes se han casado. Los casos de adulterio deben ser probados por la confesión reiterada del acusado o por el testimonio de los testigos (cuatro hombres o tres hombres y dos mujeres).
Su caso salió a la luz meses atrás, después de que su abogado, Mohamad Mostafeí, anunciara que había sido juzgada por adulterio y emprendiera una campaña para evitar que fuera lapidada.
La noticia despertó un clamor mundial, con protestas en diversas partes del planeta que agudizaron la mala imagen exterior del régimen iraní, enfrentado a la comunidad internacional
por su programa nuclear.
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