La paridad hombre-mujer y la flexibilidad horaria en el trabajo son dos cuestiones en las que España y Grecia se sitúan en las últimas posiciones de la Unión Europea (UE), ya que ambos países registran una gran diferencia entre el empleo femenino y el masculino, según un estudio presentado por la Comisión Europea (CE).
Además, en España está poco extendida la práctica de trabajar desde casa, lo mismo que en Portugal, Letonia y Lituania, apunta el informe. Nuestro país también figura, junto con Grecia, Finlandia y Letonia, entre los países europeos donde el trabajo a tiempo parcial, tanto masculino como femenino, es la tónica entre los jóvenes que se incorporan por primera vez al mercado laboral.
El estudio del Ejecutivo comunitario indica que todavía hay amplias diferencias entre los Estados miembros respecto a la flexibilidad del horario laboral, que está más extendida en el norte y el oeste de Europa. Dinamarca, Suecia, Alemania, Finlandia y Noruega puntúan muy alto, dado que entre el 50% y el 62% de los asalariados tiene cierto grado de flexibilidad en su horario laboral. Este porcentaje en España es sólo del 15,5% en el caso de los hombres y del 15% en el de las mujeres. Por debajo se sitúan Grecia, Chipre, Rumania y Bulgaria, con cifras que oscilan entre el 14% y el 10% de los trabajadores.
Un horario más individualizado tiene efectos positivos en la tasa de empleo femenino y puede ayudar a conciliar la vida familiar y laboral, mantienen desde Bruselas. A pesar de ello, destaca que en la mayoría de los países el trabajo a tiempo parcial, mayoritariamente femenino, todavía se centra en sectores mal pagados y con escasas oportunidades de promoción.
"Mientras la flexibilidad se considere una manera 'femenina' de organizar la jornada laboral, es más probable que los horarios flexibles confirmen diferencias entre los sexos en vez de modificar esta tendencia", advierte la CE.
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