Aunque todo hace prever que se alargará hasta ya entrado mayo, el plazo límite fijado para el acuerdo concluye a finales de abril. La semana pasada, el Ministerio de Trabajo mantuvo reuniones bilaterales con los sindicatos y la patronal, a fin de limar un nuevo borrador de propuestas que parta del máximo consenso posible. Un documento que les será entregado hoy y que contiene, según fuentes cercanas a la negociación, la invitación a estudiar una adaptación del llamado modelo austriaco, que en su día fue avalado por el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
El sistema en cuestión conlleva la creación de un fondo individual por despido que los empresarios engrosarían mes a mes, y que el trabajador se llevaría consigo a lo largo de su vida laboral. La medida, impulsada por el Ministerio de Economía, responde a la recurrente petición patronal de abaratar el coste de la indemnización por despido improcedente (pagada con 45 días de salario por año trabajado). La alternativa austriaca eliminaría el coste de las indemnizaciones, dado que al ser extinguido su contrato, el empleado en cuestión accedería al seguro que acumula.
Este modelo, citado ocasionalmente por la CEOE, ha recibido en los últimos días comentarios positivos, aunque cautelosos, del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y del secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, por lo que su implantación podría llegar a convencer a las tres partes.
Por lo demás, el documento del Gobierno concretará algunas de las propuestas que ya contenía el borrador que entregó a los agentes sociales a comienzos de febrero. Las diferencias más acusadas del debate se mantienen en torno a una eventual simplificación de las condiciones del despido procedente (pagado con 20 días por año trabajado) y la posibilidad de abrir el servicio de búsqueda de empleo a las empresas privadas.
Más puntos en común ha encontrado otro esquema europeo, el conocido como modelo alemán. Éste combina la reducción de jornada y sueldo de los trabajadores con el pago de prestaciones sociales para impedir que los ajustes se realicen por la vía del despido.
Consenso sobre los jóvenes
Entre las prioridades básicas señaladas por las tres partes de la negociación se encuentra la de emplear a los jóvenes, un colectivo que ronda el 40% de desempleo. Entre las medidas más novedosas que hay sobre la mesa está la de fomentar el contrato de formación en prácticas, aumentando la edad límite de acceso e incentivando su conversión en indefinido.
Se busca con ello encontrar una alternativa laboral a aquellos jóvenes que abandonaron de forma temprana sus estudios para entrar en el mercado de trabajo. En esta línea iría también una reordenación de las bonificaciones a la contratación y la reducción de costes de formación para las empresas de menor tamaño.
Por otro lado, las indemnizaciones por despido costaron 556,5 millones de euros a las empresas en 2009, un 62,5% más que un año antes, según datos del Ministerio de Trabajo.
El sistema en cuestión conlleva la creación de un fondo individual por despido que los empresarios engrosarían mes a mes, y que el trabajador se llevaría consigo a lo largo de su vida laboral. La medida, impulsada por el Ministerio de Economía, responde a la recurrente petición patronal de abaratar el coste de la indemnización por despido improcedente (pagada con 45 días de salario por año trabajado). La alternativa austriaca eliminaría el coste de las indemnizaciones, dado que al ser extinguido su contrato, el empleado en cuestión accedería al seguro que acumula.
Este modelo, citado ocasionalmente por la CEOE, ha recibido en los últimos días comentarios positivos, aunque cautelosos, del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y del secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, por lo que su implantación podría llegar a convencer a las tres partes.
Por lo demás, el documento del Gobierno concretará algunas de las propuestas que ya contenía el borrador que entregó a los agentes sociales a comienzos de febrero. Las diferencias más acusadas del debate se mantienen en torno a una eventual simplificación de las condiciones del despido procedente (pagado con 20 días por año trabajado) y la posibilidad de abrir el servicio de búsqueda de empleo a las empresas privadas.
Más puntos en común ha encontrado otro esquema europeo, el conocido como modelo alemán. Éste combina la reducción de jornada y sueldo de los trabajadores con el pago de prestaciones sociales para impedir que los ajustes se realicen por la vía del despido.
Consenso sobre los jóvenes
Entre las prioridades básicas señaladas por las tres partes de la negociación se encuentra la de emplear a los jóvenes, un colectivo que ronda el 40% de desempleo. Entre las medidas más novedosas que hay sobre la mesa está la de fomentar el contrato de formación en prácticas, aumentando la edad límite de acceso e incentivando su conversión en indefinido.
Se busca con ello encontrar una alternativa laboral a aquellos jóvenes que abandonaron de forma temprana sus estudios para entrar en el mercado de trabajo. En esta línea iría también una reordenación de las bonificaciones a la contratación y la reducción de costes de formación para las empresas de menor tamaño.
Por otro lado, las indemnizaciones por despido costaron 556,5 millones de euros a las empresas en 2009, un 62,5% más que un año antes, según datos del Ministerio de Trabajo.
Fuente: Cincodias.com
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