Corchetes, un botón rosa como los de las rebecas, trozos de zapatillas, pedazos de suelas de goma... Las catas arqueológicas en el cementerio de Gerena (Sevilla) han sacado a la luz las primeras pruebas de lo que familiares y vecinos ya intuían: que hay una fosa y que en ella fueron enterradas17 mujeres de la localidad cercana de Guillena. Fueron fusiladas tras ser paseadas por el pueblo con las cabezas rapadas y llevadas a misa. Son las 17 rosas andaluzas.
En las prospecciones también han sido localizados, en tres capas, restos de cráneos, de tobillos, de caderas, un diente y una bala, que se suma a las 17 halladas en una primera fase, a tan sólo 40 centímetros de las anteriores. "Aún no contamos con las pruebas científicas, pero me siento más aliviada porque tenemos casi la certeza de que las mujeres están ahí", explicó ayer a Público la presidenta de la Asociación 19 Mujeres de Guillena, María José Domínguez, nieta de Manuela Méndez Jiménez, una de ellas.
"El comisario de la Memoria Histórica nos ha ofrecido hacer una prueba de ADN al diente para certificar que, efectivamente, esta es la fosa de las mujeres", afirma José Gabriel Rodríguez, miembro de la asociación.
La principal dificultad para la exhumación es que sobre la fosa se levantan nichos, y el último en cumplir los diez años reglamentarios para poder ser trasladados lo hace en 2017. "Lo vamos a tener muy complicado, porque los nichos no tienen una base sólida, se agrietan solos y el traslado tendría que hacerse con total seguridad", añade Lucía Socam, también miembro de la asociación. Una vez delimitada la fosa, el objetivo es mantener una reunión con los grupos municipales del Ayuntamiento de Gerena, gobernado por el PSOE, para intentar salvar el escollo técnico.
Al inicio de la guerra, los falangistas detuvieron a 19 mujeres de Guillena al estar supuestamente sus maridos o familiares vinculados a partidos y sindicatos de izquierda. "Fueron sacadas del depósito carcelario y paseadas públicamente con las cabezas rapadas, llevándolas a misa. Poco después, sin que haya podido precisarse el día con exactitud, 17 de ellas fueron trasladadas a Gerena y asesinadas en su cementerio", cuenta el historiador José María García Márquez en un informe que recoge, con cautela, los testimonios orales de familiares y vecinos. "Solamente dos de las detenidas consiguieron salvar la vida gracias, según los mismos testimonios, a la intervención del médico falangista Juan Palma Chaguaceda", añade. La mayoría tenían niños pequeños y había incluso alguna embarazada.
Los falangistas, no obstante, se cuidaron mucho de no dejar huellas. No existe soporte documental salvo en dos casos: "El de Rosario León Hidalgo, recogido en un expediente administrativo y una inscripción de su muerte en el registro civil, y el de Granada Garzón de la Hera, en expediente instruido por su hija Manuela Aguilera. La mayoría de las víctimas, a su vez, permanecen inscritas en los registros civiles como personas vivas", concluye el informe, entregado a la Junta de Andalucía.
Vivas y presentes siguen también en la memoria estas mujeres, como aquellas 13 rosas fusiladas en Madrid. El pasado agosto, la asociación grabó Verdades Escondidas, un libro-CD que recoge relatos, poemas y vivencias de todas las personas y colectivos que están colaborando en el proyecto. La cantautora Lucía Socam, familiar de una de las víctimas, pone la letra y la música.
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