En muchas ocasiones nos vemos desbordadas de trabajo y tareas y, si alguien, relativamente cercano emocionalmente, nos pide algo, probablemente aceptaremos encargarnos de lo que se nos pide, aunque eso signifique caos total.
Uno de los posibles motivos por el que nos cuesta decir "no" es que, al parecer, nos produce mucho estrés emocional el no cumplir con las espectativas que los demás han puesto en nosotras, como si fueramos auténticas heroinas y pudiéramos llegar a todo ¿?
Además de esto, nos marca también, cierta creencia acerca de que las mujeres en general somos aptas para la "multitarea" y nos creemos que realmente podemos, y lo que es peor aún, "que tenemos" que hacer varias cosas a la vez si nos lo proponemos. Tendemos a pensar en el bien del otro, en especial si es alguien de nuestra familia mas cercana y, hasta sentimos cierta culpabilidad con pesamientos como "qué egoista soy,...cómo no voy a echar una mano a...? Sin lugar a dudas, así nos han educado, bajo la fuerte creencia de que: "una mujer que se ocupa de si misma antes que de los demás, es una auténtica egoista".
Desde la Prehistoria y a lo largo de toda la Historia el rol del hombre ha sido combatir y negociar con el mundo exterior para conseguir recursos que garanticen la supervivencia de las personas a su cargo. Frente a esto, el rol femenino ha sido crear el hogar, cuidar, proteger, a las personas a su cargo. No era necesario decir no, carecía de importancia, no era esencial para la supervivencia de esa mujer y los suyos, Es, por tanto, parte de una tradición arraigada fuertemente en nuestra biología.
Las cosas han cambiado, el mundo ha evolucionado, y esa tradición continúa arraigada, cada vez en menor medida pero, ahí está.
Uno de los posibles motivos por el que nos cuesta decir "no" es que, al parecer, nos produce mucho estrés emocional el no cumplir con las espectativas que los demás han puesto en nosotras, como si fueramos auténticas heroinas y pudiéramos llegar a todo ¿?
Además de esto, nos marca también, cierta creencia acerca de que las mujeres en general somos aptas para la "multitarea" y nos creemos que realmente podemos, y lo que es peor aún, "que tenemos" que hacer varias cosas a la vez si nos lo proponemos. Tendemos a pensar en el bien del otro, en especial si es alguien de nuestra familia mas cercana y, hasta sentimos cierta culpabilidad con pesamientos como "qué egoista soy,...cómo no voy a echar una mano a...? Sin lugar a dudas, así nos han educado, bajo la fuerte creencia de que: "una mujer que se ocupa de si misma antes que de los demás, es una auténtica egoista".
Desde la Prehistoria y a lo largo de toda la Historia el rol del hombre ha sido combatir y negociar con el mundo exterior para conseguir recursos que garanticen la supervivencia de las personas a su cargo. Frente a esto, el rol femenino ha sido crear el hogar, cuidar, proteger, a las personas a su cargo. No era necesario decir no, carecía de importancia, no era esencial para la supervivencia de esa mujer y los suyos, Es, por tanto, parte de una tradición arraigada fuertemente en nuestra biología.
Las cosas han cambiado, el mundo ha evolucionado, y esa tradición continúa arraigada, cada vez en menor medida pero, ahí está.
Ponemos enlace de la revista " Soy mujer"
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