La desigualdad que ya de por sí sufren las mujeres en el empleo, se traslada también al desempleo. Las mujeres suelen tener una prestación por desempleo más baja que la de los hombres, como consecuencia de que sufren una mayor precariedad laboral, salarios inferiores, jornadas más cortas y menos tiempo de cotización
En general, las mujeres parten de una situación previa de desigualdad en el mercado laboral que les hace más vulnerables ante los efectos de esta crisis económica. La precariedad laboral tiene rostro de mujer: son ellas las que tienen salarios más bajos, mayor temporalidad y ocupan la mayoría de trabajos a tiempo parcial, porque siguen soportando la carga de las responsabilidades familiares y domésticas. Esto conlleva que tengan también una menor protección social. Asimismo, en opinión de CCOO, las medidas que se han puesto en marcha para paliar los efectos de la crisis no están teniendo en cuenta los problemas específicos de las mujeres y no están incorporando el objetivo de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres como uno de los ejes fundamentales para un crecimiento económico sostenible.
Por tanto, la desigualdad en el empleo está convirtiendo a las mujeres en las personas más vulnerables ante la situación de crisis económica y de destrucción de puestos de trabajo que estamos viviendo.CCOO considera que "bajo ningún concepto podemos permitir que la situación de crisis pueda utilizarse de excusa para poner freno a los avances conseguidos en materia de igualdad, ni para retroceder en el desarrollo y aplicación de la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres".
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